El ser humano siempre ha vivido bajo cierto grado de incertidumbre, desde que se dirige a hacer compras y tiene una idea de cuánto le costará el total de los productos, hasta tener que realizar una inversión fuerte en un negocio pionero en alguna localidad, o tener una conversación con una ex pareja que no ve hace más de un año. Toda y cada una de estas situaciones genera en la persona una serie de sentimientos y emociones que, mientras menos sea la tolerancia, puede desembocar en una sintomatología ansiosa.
Hoy estamos frente a una pandemia por el COVID - 19, situación que acarrea una crisis mundial sin precedentes, que casi nadie de las personas ha vivido con anterioridad. Hoy, en el Perú, esta crisis ha llevado al estado a tomar medidas de urgencia que han cambiado totalmente nuestros estilos de vida, cambiando por completo nuestra perspectiva acerca de muchos temas, nuestras rutinas y costumbres; y nuestra, emocionalidad.
<<esta crisis ha llevado al estado a tomar medidas de urgencia que han cambiado totalmente nuestros estilos de vida>>
Para recordar un poco el concepto de incertidumbre, nos referimos a la falta de certeza acerca de futuros acontecimientos, hechos, decisiones, o el actuar de uno mismo; lo cual puede estar involucrado en uno o muchos aspectos de nuestra vida: laboral, familiar, económico, etc.
Por otro lado, es importante explicar el concepto de ansiedad, que propondré como un estado de alerta, expectante; que involucra la activación de síntomas físicos, cognitivos y emocionales. Y dentro de esta misma también creo prudente delimitar la experimentación de la ansiedad en dos subtipos tratados por Spielberger, Cattel, y otros. Uno de ellos es la ansiedad rasgo, la cual se refiere a una característica de la personalidad, frecuentemente presentada en situaciones cotidianas de la vida y sostenida en el tiempo; y por otro lado, la ansiedad estado que se explica como un estado emocional vinculado a un contexto particular el cual no se mantienen a lo largo del tiempo.
Dada la explicación precedente ¿Qué sucede entonces cuando surge un nivel de incertidumbre que abarca casi todas las áreas de nuestras vidas? He ahí nuestra mezcla perfecta para los síntomas de ansiedad. Aunque depende mucho de la tolerancia a la incertidumbre que tenga cada persona; la coyuntura específica que estamos viviendo; estoy segura, de que no sólo está afectando a las personas con trastorno de ansiedad sino está haciendo que muchos experimenten ansiedad estado.
Analizando un poco la situación, en cuanto al ámbito laboral y económico, la inamovilidad permite sólo seguir operando a rubros de primera necesidad, dejando al resto de industrias sufriendo pérdidas dramáticas; y adicional a eso, aproximadamente el 30% de la población pertenece al sector formal, que si bien ha sido amparado por ciertas medidas, deja muy vulnerables al 70% restante, que vive de sus ingresos diarios. Este ámbito puede causar niveles elevados de estrés debido a los pensamientos rumiantes de cómo poder subsistir, con menos, o nulos ingresos.
Respecto al ámbito social, las salidas restringidas repercuten en un distanciamiento con los seres queridos. Y; por otra parte, en muchos hogares, que presentan vínculos disfuncionales: relaciones tóxicas, núcleos familiares donde reina la violencia, se puede generar un daño profundo en los afectos, no sólo desarrollando niveles de ansiedad muy altos, sino también trayendo consigo estadios depresivos, y en situaciones más profundas suicidio.
Estas, y muchas otras consecuencias deslindadas de las medidas que se están tomando, dada la coyuntura, nos pueden causar además de las afecciones ya mencionadas, sintomatología ansiosa; como problemas de insomnio, tanto de conciliación, o despertarnos en medio de la noche; tensión muscular, nerviosismo, aceleración cardíaca; en cuanto a aquellos síntomas más cognitivos están los problemas de concentración, pensamientos rumiantes, preocupaciones de incapacidad, o de diversos temas; y en cuanto a los emocionales, sentimientos de vulnerabilidad, temor, tristeza, llanto. Importante recalcar que la ansiedad y depresión tienen una comorbilidad muy alta, y en algunos casos una puede ser pre existente a la otra.
Es muy importante que sepamos cómo sobrellevar, en general, situaciones de alta incertidumbre, sobre todo si la tolerancia ante la misma, es muy baja. Asimismo, reconocer nuestros síntomas y no tener miedo de exteriorizar la emocionalidad, sea verbalizando, escribiendo, o sintiendo; ya que muchas veces la represión produce mayor somatización, y es una manera de calmar nuestros afectos.
<<muchas veces la represión produce mayor somatización, y es una manera de calmar nuestros afectos>>
Una vez reconocidos los síntomas debemos llevar a cabo ciertas actividades para nuestra propia sanación, es muy útil realizar ejercicios de respiración, y ejercitación física; reestructuración cognitiva, cambiar aquellos pensamientos nocivos que usualmente invaden nuestra mente, por otros más adaptativos; evitar la sobre-exposición a información que cause agobio, realizar actividades lúdicas y/o recreativas, ponernos en contacto con aquellas personas que nos generen paz, o buscar ayuda de profesionales de la salud en nuestra comunidad.
No sabemos a ciencia cierta lo que va a suceder luego; sobre todo, siendo una situación donde el locus de control es totalmente externo, pero lo que podemos, sí; en gran medida hacer, es colaborar en cumplir con los lineamientos dados, y en el proceso, sacar el mayor aprendizaje que se pueda de esta situación; tanto a nivel interpersonal como intrapersonal, pues ese es el mejor soporte que nosotros mismos nos podemos dar para tolerar la incertidumbre.
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