Hoy en día estamos experimentando de manera forzosa, lo que es tener relaciones a distancia, sea con familiares, amigos, colegas, o parejas, dependiendo de con quién se convive, estamos viviendo un proceso de transformación en nuestras relaciones cotidianas a modalidades remotas de interrelación.
Y ¿qué cosas experimentamos como cambios? Pues, en general la mayoría de nuestras rutinas se han visto afectadas como las actividades de entretenimiento, las compras, el estudio y trabajo, entre otras. Actividades que se han visto restringidas de realizarse de manera presencial, por lo que el eje comunicación depende ahora de la tecnología; pero en cada circulo relacional este canal tiene características y consecuencias distintas. Se ha intensificado no solo el uso de canales de mensajería instantánea o llamadas, sino las herramientas de video llamada, mediante diversos programas; lo cuál vemos que trasciende no solamente a los jóvenes sino también a los adultos mayores, que en algunos casos no conocían de primera mano el uso de estas herramientas con anterioridad.
En el ámbito familiar y amical, por ejemplo; vemos como las reuniones y celebraciones de días especiales se han trasladado a nuestras computadoras o celulares, llevamos el bar en el que nos juntábamos con nuestros amigos a casa, o el restaurante donde celebrábamos los cumpleaños de los familiares a nuestras salas, porque hoy en día, aquellos lugares de confluencia con nuestros más allegados se reducen a un espacio específico de nuestro hogar.
"hoy en día, aquellos lugares de confluencia con nuestros más allegados se reducen a un espacio específico de nuestro hogar"
En al ámbito profesional se replica también el espacio de labores en la casa; al no poder realizar coordinaciones presencialmente, se realiza regularmente reuniones por video llamada, y coordinaciones por mensajes de whatsapp o correo; lo cual debe hacerse de manera clara y rápida, ya que de presentarse mal entendidos o demoras se puede perjudicar el objetivo.
Respecto a las relaciones de pareja, es un tipo de dinámica un tanto más compleja puesto que como con la familia, amigos y trabajo, si bien se mantiene un nivel comunicativo recurrente por llamadas, existe la necesidad de mantener la conexión emocional en algunos componentes adicionales. Tomando en cuenta la teoría triangular de Sternberg, hay tres aspectos que se debe tener para un amor consumado: intimidad, pasión y compromiso; cada uno de los cuales, ciertamente está sufriendo cambios evidentes en estos días.
El componente con un impacto más directo y fuerte por la distancia es el de la pasión, ya que, al estar relacionado al deseo de estar con el otro, se alimenta de la sexualidad y romanticismo en la pareja, sufre en mayor medida la falta de presencia ¿Pero desaparece entonces este componente al estar a distancia? Pues no, si bien el contacto físico es un aspecto fundamental para aumentar el deseo hacia el otro, en las parejas promedio; se puede llegar a mantener esas sensaciones y sentimientos a través del manejo de recursos digitales. Tal vez no se pueda caminar de la mano, ni tener una cita en un lindo restaurante, pero se puede expresar el cariño a través de llamadas llenas de cumplidos, palabras que expresen el afecto, celebraciones de fechas especiales, el envío de detalles, cartas por foto, etc; tal vez tampoco se pueda tener relaciones sexuales, sin embargo, se puede agregar en nuestras llamadas un contenido erótico, coqueteo, compartir las fantasías sexuales con el otro o material gráfico, de manera que se pueda seguir experimentando la excitación y el romanticismo en la relación.
Ahora; si bien la pasión es, como se mencionó, el componente más afectado; no se puede dejar de lado el impacto de nuestras nuevas dinámicas en la intimidad y el compromiso. Con respecto a la intimidad, aludimos a la sensación de confort con la pareja, el sentimiento de poder compartir con esta y tener un vínculo estrecho, por lo que en una etapa de distanciamiento prolongado, es posible que la re estructuración de las rutinas cause que se pierdan espacios para conectarnos con la pareja. Por eso se debe buscar un equilibrio en el que haya cantidad y calidad de tiempo compartido, que exista una rutina que contemple esos espacios pero guarde la espontaneidad; para eso se pueden realizar actividades de interés mutuo, mantener conversaciones profundas en la que se compartan nuestros pensamientos y sentimientos, pero también, incluir la diversión y el sentido del humor en las charlas, tiempo de esparcimiento y actividades lúdicas virtuales, de manera que no caigamos en la monotonía, que de por sí, ya tiende a experimentarse en nuestra rutina general.
"es posible que la reestructuración de las rutinas cause que se pierdan espacios para conectarnos con la pareja"
Por último, pero no menos importante, es necesario reflexionar acerca del componente compromiso, ya que se refiere la decisión de permanecer junto con la pareja proyectando un futuro en la relación, lo cual sugiere que se busca estabilidad. Por ende, estos tiempos a distancia, son momentos donde se tiende mucho a examinar y pensar acerca de cómo nos va, y; parte de lo que sostiene una relación, es saber sobrellevar tanto las circunstancias buenas como las difíciles. Por ende, esta situación propicia el análisis sobre nuestros deseos y posibilidades de mantener una relación; si el balance general es positivo, lo natural es que se mantenga el vínculo; y si no lo es, puede ser una posibilidad de replantear cambios; por ahora con ayuda de la tecnología; pero finalmente, estos intentos de mejorar sólo se dan si existe compromiso, pues nadie invierte sus esfuerzos en mantener relaciones que no desea.
Llevar una relación interpersonal de calidad no es tema fácil, sobre todo cuando hay mucha distancia física de por medio y, por defecto, tanto cambio en nuestra rutina y comunicación, transversalmente hacia todos nuestros círculos sociales; pero sobre todo en la pareja. No obstante; gracias a las herramientas electrónicas, vemos alternativas para mantener la comunicación con nuestros seres queridos, y sentirnos más cercanos a ellos; pero a pesar de tener acceso a estas herramientas; lo más importante, es cómo les damos uso; ya que, de poco sirve poseer gran cantidad de dispositivos electrónicos, si no tenemos la disposición de mantener una buena relación a distancia; y por el contrario, nos encontramos con la realidad de estar viviendo una profunda distancia nuestras relaciones.
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